Cuando una idea empresarial fracasa o al menos no alcanza el éxito esperado, a menudo cabe preguntarse ¿este me afectará económica, profesional o personalmente? Normalmente la forma jurídica de la empresa será determinante para, al menos, en una primera aproximación conocer si puede haber implicaciones para los administradores de la sociedad. No obstante, todo dependerá de si se ha cumplido con la normativa sobre sociedades y se ha actuado de forma diligente. Si esto es así el concurso de acreedores no afectará ni personal ni económicamente a los administradores.
Sin embargo, si se aprecian irregularidades en la llevanza de la contabilidad, en la presentación de cuentas e impuestos, si se ha agravado la insolvencia con la actuación del administrador, se ha solicitado fuera de plazo el concurso, se han alzado bienes del concurso o se han falseado documentos aportados con la solicitud de declaración de concurso, entre otros casos, el concurso podrá declararse culpable.
La declaración de culpabilidad supone que se declararán unas personas afectadas por la calificación, incluso más allá de los administradores de la sociedad si se considera que han existido cómplices, directores, administradores de hecho, etc.
A estos afectados por la declaración de culpabilidad se les podrá condenar a indemnizar los daños y perjuicios ocasionados y a devolver los bienes y derechos obtenidos fraudulentamente, en su caso y se les inhabilitará para la administración de bienes de terceros y la representación durante un periodo de hasta 15 años.
Dado que las consecuencias de la declaración de culpabilidad pueden suponer el fin de la actividad profesional tras la inhabilitación es preciso contar con un asesoramiento profesional antes de solicitar el concurso de acreedores.
En AGUT&PLAZA ASESORES como expertos en la solicitud de concursos de acreedores, analizamos tu caso sin compromiso y te recomendamos la mejor opción. El concurso de acreedores no tiene por qué suponer el fin de tu vida profesional ni un lastre económico.